Yoko el chimpancé que quedó en Colombia tras la tragedia de Ukumarí será trasladado al santuario de Sorocaba (Säo Paulo, Brasil) donde viven cincuenta grandes simios más, también rescatados de circos, zoológicos y tenedores ilegales. De este modo se cerraría un proceso de indignación nacional que puso en discusión el cautiverio de grandes primates y las condiciones en las que operan los zoológicos en Colombia.

La propuesta la planteó el abogado Luis Domingo Díaz representante del Proyecto Gran Simio en Colombia, conocido por su histórico litigio por la libertad del oso Chucho, quien hace poco murió en el zoológico de Barranquilla, señaló que “con el traslado de Yoko Colombia sería el primer país en el mundo en declararse libre de jaulas para grandes simios. Estos animales, que son nuestros primos evolutivos, son individuos con capacidades cognitivas, sociales, mentales y afectivas extraordinarias, lo que nos exige mayores esfuerzos para garantizarles vidas plenas y dignas”.

La senadora Padilla, quien hoy lidera la agenda de los derechos de los animales en el Congreso, ha acompañado el proceso de Yoko para su traslado: “Esta es la última oportunidad que tiene Yoko para vivir en un santuario con otros de su especie y disfrutar de su vida y libertad, tras años de cautiverio. El Estado permitió que él fuera víctima de tráfico y creciera preso, en manos de un narcotraficante. Aunque en el Ukumarí lo han cuidado y querido, darle la oportunidad de estar con sus congéneres y de ser un chimpancé, aunque sea en semilibertad, es lo mínimo que debemos hacer por Yoko como sociedad”.

Actualmente, la senadora Padilla trabaja en el proyecto de ley ‘Chucho’ para que mejoren radicalmente las condiciones de bienestar de los animales en zoológicos (lugares que reciben, principalmente, a animales víctimas de tráfico), y en los lineamientos del Plan Maestro de Centros de Atención y Valoración de Animales Silvestres que logró incluir en el Plan Nacional de Desarrollo.

Los costos del traslado de Yoko serán asumidos por el santuario. Además, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda y Ukumarí coordinarán con el Proyecto Gran Simio y el santuario la venida de un experto para valorar a Yoko, coordinar el traslado y realizar el acompañamiento durante el viaje. El tiempo del traslado lo definiría la diligencia con la que las entidades colombianas y sus homólogas brasileras expidan los certificados zoosanitarios y tramiten el permiso Cites.

Fuente: https://www.eltiempo.com/files/article_main_1200/uploads/2023/08/11/64d6c82d804a4.jpeg

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