Cualquier motivo insignificante ha entorpecido la aprobación del Proyecto de Ley para prohibir las corridas de toros en Colombia. Nunca nos cansaremos de expresar el horror que causa que un evento donde un animal, en este caso un toro, es sometido a un completo y absurdo ritual de tortura que para entretener algunos especímenes humanos, sea catalogado como manifestación artística.
No tener conciencia que los toros son seres sintientes capaces de experimentar dolor, miedo y sufrimiento es una clara manifestación de falta de empatía y respeto hacia otras formas de vida y para los que puedan entenderlo, para la raza humana. Cuan lejos estamos realmente de llegar a tener compasión y diferenciarnos de otras especies cuando justificamos el sufrimiento de un animal en aras de nuestra diversión? Qué mensaje enviamos al mundo cuando glorificamos la violencia y crueldad como formas de entretenimiento?
La verdadera expresión del arte debería estar basada en la creatividad, belleza y respeto por todas las formas de vida. En lugar de perpetuar prácticas arcaicas que causan sufrimiento injustificado, debemos trabajar hacia un futuro donde la compasión y la consideración hacia los animales sea la norma, no la excepción.
Es hora de evolucionar como gobernantes, como sociedad, como seres humanos, dejando atrás prácticas que promueven el sufrimiento inimaginable de cualquier ser sintiente.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.