A simple vista, este dispositivo desarrollado por la Universidad del Estado de Amazonas parece un discreto módem de internet inalámbrica amarrado a la corteza de un árbol. Pero es mucho más.
Cuando una motosierra se encienda para derribar un árbol en un lugar remoto de la Amazonía, «Curupira» lo oirá y alertará a las autoridades en tiempo real. Este aparato de IA es un nuevo «guardián» contra la deforestación en la mayor selva tropical del planeta.
Posee un sensor con Inteligencia Artificial, un programa informático entrenado para «reconocer el ruido de una motosierra, un tractor, o lo que pueda causar deforestación en la selva. El aparato es capaz de identificar así una amenaza y enviar en tiempo real la información a una central de alertas.
El proyecto fue bautizado en honor a «Curupira», un ser de la mitología indígena conocido por su astucia para engañar a los cazadores y combatir a quienes destruyen la naturaleza. Esto es, un guardián de la selva.
El proyecto, financiado por la empresa local Hana Electronics, puso a prueba diez prototipos en las afueras de Manaos, capital del estado de Amazonas (norte), en regiones boscosas que permitieron simular las condiciones de los lugares más remotos de la selva.
Mediante una conexión inalámbrica que no requiere internet, cada curupira es capaz de comunicarse con los demás sensores a una distancia de 1km. Dispuestos a modo de malla por la selva, serán capaces de identificar las amenazas y hacer llegar las alertas hasta cualquier punto con conexión satelital. Los sensores, -cuyo costo de fabricación ronda los 200-300 dólares por unidad- ya traen embutida la tecnología que procesa los datos y genera las alertas, lo cual facilita el envío de información, y por su diseño, funcionan con muy poca energía. En la selva, esa energía puede obtenerse de fuentes tan diversas como «el balancear de los árboles, diferencia de temperatura, o diferencia de acidez de la savia de un árbol».