El agua que nos da la vida, la que nos permite beber o cultivar, la que atraviesa el suelo para juntarse con nuestras reservas, las aguas subterráneas. Esa agua precisamente está en peligro. Las reservas se agotan, ya no son inagotables.

Plantemos para proteger el agua

Para el hombre, para la biodiversidad, hay que conservar el agua. Y existe una solución: los árboles. Un poco por todo el mundo, los pioneros actúan. Con nosotros, plantan hoy árboles que los salvarán mañana. ¿Por qué los árboles? Porque son los bosques los que nos dan nuestra agua.

El bosque tiene en realidad un poder: permite al suelo retener el agua. Así, lo esencial del agua dulce accesible no la suministran las reservas subterráneas que el bosque permite que se creen. Es uno de los eslabones del ciclo del agua.
Sin bosque, los suelos están menos protegidos. Están menos mantenidos o aireados por las raíces de los árboles. Se vuelven más compactos: incapaces de absorber el agua, son víctimas de la erosión, las aguas subterráneas apenas pueden renovarse y su agua se agota.

Por su acción de deforestación y urbanización, el hombre ha roto el equilibrio del ciclo del agua y las consecuencias ya son visibles: sequías, erosión, aterramiento, desertificación…

Las raíces de los árboles reequilibran el ciclo del agua

Para que el ciclo del agua conserve su equilibrio, el agua que lleva a través de la lluvia no debe quedarse en la superficie sino que debe ser absorbida por el suelo: ése es el camino que la lleva a las aguas subterráneas, nuestras reservas de agua dulce. Y para que el agua pueda alimentar dichas reservas, el suelo debe ser poroso. Si no lo es, el agua se queda en la superficie y, por tanto, se pierde.

Es ahí donde los árboles juegan un importantísimo papel en el ciclo del agua: mantienen el suelo y lo hacen permeable gracias a las raíces. De esta forma, el agua puede dirigirse hasta las reservas subterráneas.

Más allá de la conservación directa del agua, los bosques aumentarían las lluvias abundantes y evitarían así el agotamiento de las reservas. También son un medio natural de depuración del agua.

Nosotros actuamos en las zonas desérticas con escasez de agua.

Hemos elegido actuar en el continente africano con el proyecto de la Gran Muralla Verde para preservar los recursos de agua y las comunidades locales. En su avance, el desierto ataca a la vida: escasez de agua, crisis alimentarias, crisis sanitarias, pérdida de la biodiversidad, pobreza extrema, cambio climático…

Si existen soluciones para evitar la desertificación adaptando los usos in situ, plantar árboles permite crear cinturones naturales que impiden al desierto avanzar, conservar los recursos naturales de agua y favorecer la vida.
Esta acción es una de las más ambiciosas en las que participa la Klorane Botanical Foundation, reconocida por la UNESCO.

El desafío es grande: volver a crear un nuevo bosque y extenderlo a través de todo el continente africano para frenar el desierto. Actualmente la misión está en curso con 11 países de África: ya se han plantado más de 70 000 palmeras datileras del desierto, más de 40 000 ha de desierto han reverdecido. Son también terrenos donde el desierto retrocede, el agua encuentra otra vez un terreno propicio para su conservación y la vida se recupera.

Este programa tiene la particularidad de que combina protección de la biodiversidad y visión humanista Los beneficios son tangibles en el día a día de la población local, aportando una mejora en la alimentación y una fuente de ingresos adicional.

Hemos perdido el buen nombre de nuestros bosques, la deforestación se acelera y bate nuevos récords con regularidad. Desde sus inicios, la Klorane Botanical Foundation también está comprometida con la protección del agua.
Nuestra fundación, en colaboración con numerosas instituciones internacionales, ha plantado y salvada miles de árboles para preservar el agua, el suelo y la biodiversidad.

Nacen iniciativas por todo el mundo: por aquí y por allá individuos, comunidades, regiones, a veces incluso naciones, deciden plantar, reforestar y proteger el vegetal. Y nosotros participamos en estas iniciativas activamente: En el Amazonas, las Comoras, Grecia, Italia y muchos países de África, todos estos árboles hacen su contribución al ciclo del agua.

Sus raíces airean el suelo en este mismo momento. Y contamos seguro con seguir plantando todavía más en los próximos años.

El 80 % de los bosques originales ha sido talado o degradado.
El hombre destruye decenas de millones de hectáreas de bosque cada año.
La mayoría de las grandes ciudades de los países en desarrollo dependen de los bosques para su agua.

Ecuador: 15 000 árboles plantados

¿La selva está condenada a perder terreno cada año? ¡No si la reforestamos y aprendemos a vivir en ella! La asociación Ishpingo, que ya tiene una gran implantación en la zona, se encarga de emplear nuevas prácticas ecológicas y sostenibles: reforestar, desarrollar la agroforestería y transmitir los conocimientos necesarios para que los cultivos y la selva vivan en armonía.

Francia: 73 hectáreas de bosques protegidas en Sologne

Situado en pleno Centro-Valle del Loira, la Sologne es una región salvaje y apacible, repleta de bosques y estanques, que hacen de ella una inmensa reserva de biodiversidad. Debido a la enfermedad de la tinta del castaño, una zona importante está en peligro de extinción. A la larga, si nadie hace nada, este bosque no tendrá ningún futuro. Klorane Botanical Foundation se ha comprometido a salvar este vasto ecosistema forestal junco con la asociación Duramen.

Imagínese una comunidad que, después de 8 años, encuentra cómo vivir del bosque de manera sostenible, y que decide compartir sus prácticas agroforestales con otra comunidad, más novata: una nueva forma de cultivar sin destruir el bosque en el que viven, sino haciéndolo más grande.

De la mano de una ONG local, Instituto Beraca, hemos plantado 3000 árboles de Cupuaçu y otras especies vegetales.

Véase la acción en el amazona

En las Comoras, en la isla de Anjouan, los árboles desaparecen a gran velocidad. La destilación del ylang-ylang es una de las principales causas de esta deforestación. Hemos prestado nuestro apoyo a la asociación Iniciativa para el Desarrollo con el fin de hacer la explotación de esta flor más sostenible. Los actores locales del sector reciben formación regular sobre las buenas prácticas de explotación del bosque y se les equipa con destiladores más económicos de madera.

Los bosques nos prestas muchísimos otros servicios

Hacen mucho por el agua, pero eso no es todo. Los bosques son fuente de alimentos, nos permiten vestirnos, calentarnos, producir energía, incluso nos cuidan.

Además tienen otra función fundamental: nos suministran oxígeno (son los pulmones del planeta) y almacenan el CO2 que estabiliza nuestro clima. Es fundamental protegerlos para conservar el agua, pero también es esencial cuidar de ellos por todas estas otras razones: nos dan la vida.

Fuente y leer más: https://www.kloranebotanical.foundation/es/mundo-acciones/salvar-el-agua-gracias-los-arboles

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