El tráfico ilegal de especies animales pone en riesgo no solo la vida y conservación de la fauna, sino que genera desequilibrios ecológicos tan severos, que los ecosistemas terminan afectados, por estas acciones irracionales del ser humano.
La Secretaría Distrital de Ambiente y la CAR, en un esfuerzo continuo por proteger y conservar la biodiversidad, ha logrado liberar en Bogotá y otras zonas del país, 2.247 animales silvestres. Una vez la autoridad ambiental recibe, rescata o decomisa los animales, estos ingresan al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre, donde un equipo de profesionales, incluyendo médicos veterinarios, zootecnistas y biólogos, realizan la valoración inicial, atención integral y rehabilitación de estos animales para que posteriormente puedan, en lo posible, volver a disfrutar de la libertad en su entorno. Estas cifras resaltan la importancia de seguir trabajando por la protección de todas las formas de vida.
El mayor número de animales por especies son aves, mamíferos y reptiles.
Como ciudadanos, ¿qué debemos hacer?
En una sociedad socialmente responsable, no deberíamos presenciar liberación de animales, sencillamente porque nadie debería mantenerlos en cautiverio. Debemos ser respetuosos con la cotidianidad y orden propio de la naturaleza y estas actitudes, no solo transforman los ecosistemas, sino que los alteran y afectan su supervivencia. No olvidemos que todo en la naturaleza es cíclico y cualquier afectación que hagamos, por pequeña que parezca, va creciendo como una bola de nieve, trayendo consecuencias desastrosas para el medio ambiente. Las autoridades ambientales hacen un llamado a unir esfuerzos para que la conservación natural no quede en un papel, sino que sea una realidad que nos lleve a tener un planeta más saludable, más responsable y más respetuoso del orden natural.