El cuidador del zoológico de Rafah, ante la ofensiva israelí en esta ciudad, tomó la valiente decisión de huir llevando consigo a los animales del zoológico para garantizar su seguridad y bienestar. “Desplazamos todos los animales que teníamos, salvo tres grandes leones que se quedaron. Improvisó un establo en el sur de la Franja de Gaza, para decenas de animales como leones o babuinos que tuvo que evacuar de Rafah por las operaciones del ejército israelí. En el establo se las arregla como puede, utilizando unas cercas improvisadas para elevar la altura de los corrales y que sus nuevos inquilinos, ciervos moteados, no puedan escapar.
A causa de la guerra hemos perdido a tres cachorros de león, cinco simios, un mono recién nacido y nueve ardillas, a otros tuve que dejar en libertad. He soltado a perros, halcones y águilas, así como palomas y algunos pájaros ornamentales. Solté a muchos porque no teníamos jaulas para transportarlos.
Lanzó un llamado a las autoridades israelíes: “estos animales no tienen ningún vínculo con el terrorismo”, pide ayuda para coordinarse con las agencias humanitarias para rescatar los leones que quedaron en Rafah, en una semana o diez días, si no son evacuados, morirán porque no tienen ni agua ni comida”.