La técnica consiste en cavar agujeros en el terreno en forma de medialuna, estos socavones se colocan en dirección contraria a la pendiente y cuando llueve, el agua, en lugar de fluir en forma de torrente y erosionar el suelo, va quedando retenida por estos agujeros, permitiendo que la tierra absorba el agua lentamente.
La restauración de la vegetación restaura el ciclo del agua. Cuando esto se lleva a cabo en un área grande, ayuda a generar nubes, aumentando las precipitaciones en la zona. Esa lluvia beneficia a la vegetación, que sigue mejorando los niveles subterráneos de agua. Las tierras desertificadas se transforman en zonas exuberantes y verdes.
La ONG Justdiggit trabaja en el proyecto con comunidades de Kenia y Tanzania, los agricultores ya han cavado más de 200 000 agujeros ayudando a regenerar más de 300 000 hectáreas.
“El mensaje de esperanza de Justdiggit es claro; si podemos calentar la tierra, también podemos enfriarla”