Si el papel se hace con la madera de los árboles, y las hojas proceden de los árboles y tienen un alto contenido en celulosa ¿Por qué no se puede hacer papel con las hojas?, esa fue la interrogante que se hizo hace años, Valentyn Frechka, estudiante de secundaria y miembro de la Academia Juvenil de Ciencias de Ucrania.
Tras trabajar en la tecnología durante año y medio y realizar tres pilotos industriales, recibió una patente ucraniana para su tecnología de reciclaje de hojas. Fundó la empresa RE-Leaf PAPER en asociación con Andriy Vartsaba, empresario con conciencia ecológica, interesado en usar su sistema para producir papel de forma comercial, pues no requiere la tala de ningún árbol y es más barato fabricar papel a partir de hojas.
RE-leaf Paper transforma las hojas que caen de los árboles en materiales de embalaje sostenibles, reduciendo la huella de carbono en el entorno urbano y ayudando a las ciudades en su camino hacia la neutralidad de carbono.
Para la producción de 1 tonelada de papel se talan 17 árboles, mientras que para producir la misma cantidad RE-leaf utiliza 2,3 toneladas de hojas.
Comparados con la producción a base de madera, generan un 72% menos CO2, utiliza 15 veces menos agua y no tala árboles.
Este papel tiene una densidad de 90 y 100 g/m2; un grosor de 0,2 mm; y una resistencia a la perforación de 285 kPa; por lo cual será empleado para fabricar bolsas de papel, utensilios y cartón.
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