El tema de las “basuras” abarca múltiples y diversos aspectos de la polución del medio ambiente y de la naturaleza. De ahí la complejidad tanto de su comprensión como de su tratamiento; las basuras pueden afectar el aire, y la atmósfera, los fondos inescrutables del océano y sus superficies, las playas y las cuencas del río como sus fuentes o nacederos, los subsuelos y las
superficies de la tierra, los bosques y la agricultura, las urbes y la ruralidad, la vida animal que incluye al gran fabricante de basuras que es el ser humano.
Parte fundamental y peligrosa de las actividades depredadoras del humano, son sus residuos, sobrantes, residuos, desechables, desechos, sobras, desperdicios, cuya multiplicidad innumerable obedece a las variadas actividades del “homo faber” que cultiva, caza, fabrica, inventa, descubre, se alimenta, produce, vende, compra, empaca y evacua…
El hombre es una fábrica constante de basuras y constructor de basureros, vertederos, cloacas que, cada vez más evidentes en sus complejas habilidades de civilización y bienestar, crean la terrible realidad de su paradójico “progreso”. Hasta el punto de no saber ni entender qué es la basura y los daños que produce a toda la realidad vital del universo.
Por lo anterior, los correctivos y mitigamientos del mal así causado, son complejos y dados al fracaso; la visión de las basuras implica especificidades en muchas disciplinas; por ello, la educación ciudadana sobre el particular fracasa; imponen ciencias sobre control, reciclaje, o tratamiento de basuras o sobrantes, organismos de Estado que estudian y planean su disposición;
criterios para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, restricciones y controles técnicos de preservación del medio ambiente frente a las basuras y desechos; y culturas del consumo y los desperdicios.
El consumismo es uno de los peores enemigos de la vida y afecta desde el entorno del hogar, hasta los fondos del mar, el aire y las aguas, afecta a las plantas, los animales y el hombre, razón por la cual el tema interesa a todos, individual y colectivamente, a la sociedad y a los Estados que tienen el deber de la gestión, la prevención de los impactos y el adecuado estudio y práctica de sus tratamientos efectivos.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.
