La eliminación inadecuada de plástico en el océano se descompone en microplásticos y se ha convertido en un enorme problema medioambiental. Cuando los residuos de plástico entran en el océano, alteran los ecosistemas marinos y migran formando gigantescos montones de basura.
Científicos de la Universidad de California en San Diego crearon una zapatilla que empieza a biodegradarse tras sólo cuatro semanas bajo el agua. Sus materiales están diseñados para que las criaturas marinas los descompongan en sus sustancias químicas originales, que luego pueden consumir como nutrientes. Los plásticos no deberían llegar al océano, pero si lo hacen, este material se convierte en alimento para los microorganismos y no en basura plástica y microplásticos que dañan la vida acuática.
Desarrollaron espumas de poliuretano hechas con aceite de algas, que en 2020 demostraron que se degradaban rápidamente en el compost y el suelo.
El calzado contribuye en gran medida a estos residuos, tanto en el agua como en los vertederos.
