El tratado obliga y facilita tener un plan sostenible de preservación de fuentes de agua, bosques, aire limpio, etc. A la vez que contar con medios para establecer cuantificaciones y mediciones de las reservas naturales ecológicas. Obliga a reconocer y proteger los derechos de la naturaleza; a proteger y garantizar la vida de los guardabosques, líderes ambientales, poblaciones y etnias adscritas a puntos geográficos de protección. Obliga los desarrollos normativos que garanticen el cumplimiento así como sancionar a quienes infrinjan las normas ambientales. Se trata de un paso más, definitivo, en pro de la vida.
A la cumbre de Sharm el-Sheij en Egipto, el Presidente de Colombia llevó un decálogo concreto de necesidades y compromisos inaplazables que el mundo debe asumir con toda responsabilidad; buscando causas, medidas remediales universales y participación real de los 190 Estados presentes en la cumbre climática y donde será notoria la participación colombiana por el reconocido liderazgo en temas ambientales de nuestro presidente, según el diario El Tiempo (Edición del 6 de noviembr4e de 2022, en: págs. internacionales, 1.20, Bogotá).
Los evidentes fracasos en cuanto resultados esperados de las cumbres Paris-15 y Glasgow del año pasado, implican un redoblado esfuerzo de compromiso mundial a base de conciencia, para endurecer medidas sobre energías fósiles, preservación de bosques y fuentes de agua ante las cuales pareciera que se privilegia la locura del mercado y se ignora el costo de vida universal que semejante esquizofrenia supone.
Trascribimos literal apartes de la columna de Moisés Naim (diario El Tiempo diciembre 5 de 2021, pág. 1.26) quien hace un año advierte la crisis con el mismo título de su columna: “¿SERÁ INHABITABLE ESTE PLANETA?”, observa que “los resultados de las 26 conferencias mundiales sobre cambio climático no han sido alentadoras…desde la primera conferencia hasta hoy, las emisiones de carbono han aumentado en un 60%.
Y en la parte de conclusiones el columnista dice: “Este es el problema central que enfrenta la humanidad en su batalla por el control del cambio climático (…) , podrán las naciones más desarrolladas poner su poder financiero al servicio de la construcción de bienes públicos en todo el planeta, no solo en sus territorios a fin de lograr un clima que permita la vida humana en el planeta?”, planteamiento que hace parte de la propuesta ante el mundo de nuestro presidente para que, países industrializados y por ello los de mayores responsables de la crisis climática subsidien a los que como Colombia o Brasil en América, poseen en sus territorios la gran fábrica de oxígeno y de agua y el depósito de vida para toda la humanidad.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.