Desde la ONU han destacado la educación como medio indispensable para amar y respetar los bosques y para mostrar su relevancia con el fin de conseguir una gestión sostenible de las zonas forestales y avanzar en la conservación de la biodiversidad. Sin olvidar que los bosques se encuentran explícitamente recogidos en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15: “Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación y la deforestación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad”. Y como parte de la educación plantear un Día Internacional de los Bosques se antoja indispensable.

La deforestación y la desertificación afectan profundamente a los bosques -el 30.7% de la superficie terrestre está cubierta por bosques- en cuanto a la alteración y eliminación de un ecosistema y todo aquello que contiene, desde la fauna a la flora, y lo que proporciona. Pero también supone un grave problema de cara al cambio climático, dado que desempeñan un papel vital para regular el clima al absorber dióxido de carbono. Cuando se destruyen los bosques, se libera su carbono: la deforestación representa más del 20% del CO2 que los humanos generamos.

Bosques y océanos

La absorción de CO2 por parte de árboles y plantas es fundamental para la salud de los océanos. Y es que, aunque estos también se encargan de esta labor, la desaparición de los primeros está sobrepasando las capacidades del mar. Se genera más CO2 del que los mares y océanos son capaces de absorber. Esta acumulación produce el proceso de acidificación de las aguas. Este a su vez ocasiona cambios profundos en los ecosistemas marinos, afectando a la fauna y a la flora.

La contribución de los bosques al ciclo del agua es crucial para la supervivencia humana y el bienestar futuro. De ahí que deban considerarse como un bien global y conservarse y aprovecharse en beneficio de todos. Los árboles ejercen de consumidores de agua desde el punto de vista local. Pero a mayor escala aportan a la atmósfera la humedad que posteriormente se transforma en lluvia. Algunas zonas secas dependen casi en su totalidad de la lluvia formada a partir de la humedad procedente de zonas boscosas.

“Sembrando O2”, un proyecto para la reforestación

Por eso es importante llevar a cabo programas de reforestación, dadas las consecuencias de la desaparición de árboles y de bosques. En este sentido, desde el año 2015 Fundación Aquae lleva a cabo el proyecto “Sembrando O2”, muestra de su compromiso con el cuidado del agua, el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Una actividad que se enmarca en la lucha contra el cambio climático mediante una emisión moderada de CO2 y la reforestación. Con plantaciones en zonas que han perdido masa forestal o incendios para evitar las sequías y la deforestación.

En el siguiente vídeo, y en relación con el propósito educacional que la ONU quiere transmitir en este Día Internacional de los Bosques, puedes ver sobre la última plantación llevada a cabo por Fundación Aquae en colaboración con el Ayuntamiento de Cartagena, Hidrogea, y la Asociación Senda Senior. La plantación la realizaron los alumnos de un total de 31 centros educativos del municipio de Cartagena, plantando un total de 100 nuevos árboles. Una forma de ayudar al medio ambiente y combatir el cambio climático a la par que crear una actividad participativa y educativa con los más jóvenes. Así toman conciencia de su entorno y mostrarles que son importantes a la hora de poder cuidar al medio ambiente.

(1) Las precipitaciones son recicladas por los bosques y otras formas de vegetación, y transportadas a través de superficies terrestres al otro extremo de los continentes.

(2) Los flujos ascendentes de humedad, compuestos orgánicos volátiles y microbios de las superficies de las plantas (puntos amarillos) crean desencadenantes de precipitación.

(3) Los patrones de presión del aire impulsados por el bosque pueden transportar la humedad atmosférica hacia los interiores continentales.

(4) El agua fluye a temperaturas frescas y produce nubes que desvían la radiación adicional de las superficies terrestres.

(5) La intercepción de niebla y nubes por parte de los árboles extrae humedad adicional de la atmósfera.

(6) Los árboles pueden facilitar la infiltración y la recarga de agua subterránea.

(7) Todos los procesos anteriores dispersan el agua de manera natural, moderando así las inundaciones.

Fuente: https://www.fundacionaquae.org/wiki/bosques-y-agua-una-convivencia-necesaria/

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