Wall-E es una antiutopía ambientada en el año 2800. El escenario es casi apocalíptico: una atmósfera devastada, atiborrada de basura y otros elementos contaminantes consecuencia del nefasto paso de una civilización inconsciente. Sin embargo, ¡hay vida!, la expresión de toda una vitalidad plagada de emociones y sentimientos de un pequeño robot compactador de basura. En unas primeras escenas, el director y su equipo de creativos, a manera de documental, ponen la lupa sobre un ejemplar de su especie. De todo un batallón de máquinas creadas para limpiar la atmósfera, sobresale uno con algo que lo diferencia de los demás: conciencia.
El panorama de rascacielos de basura entre una asfixiante bruma es simplemente desolador, la película WALL-E es una reflexión a la sostenibilidad en nuestro planeta, e incluso con el universo mismo.
Fuente: https://www.upb.edu.co/es/blogs/cinemetodo/pelicula-wall-e-conciencia-sostenible