Un informe proveniente de México da cuenta de varias actividades de los traficantes de especies animales en diferentes estados de esa nación (https://www.infobae.com/america).
La gran variedad de especies objeto de las tareas policivas y la forma como los delincuentes cazan, empacan, trasportan y mercadean sus “productos” vivos, es un índice de la insensibilidad que genera el negocio de la fauna silvestre que en el mundo ocupa un vergonzoso lugar luego del narcotráfico, la venta clandestina de armas y la trata de humanos.
En la noticia llama la atención cuando citan normas internas del país muy retrasadas en la materia, pues según la fuente, la legislación mexicana hace excepciones de especies de fauna silvestre que pueden ser tenidas como mascotas, cuando el tenedor cumple ciertos requisitos que de todas maneras quebrantan el sentido común, los derechos animales y el medio ambiente; algo parecido a las excepciones legales que en Colombia autorizan espectáculos crueles como el toreo o la riña de gallos.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.