Abundan publicaciones que tratan de obviar, minimizar o ignorar las problemáticas derivadas de la explotación minera, en especial del petróleo y el método Fracking que pretende imponerse en muchos puntos de exploración o explotación petrolera en Colombia.
Esa publicidad desestima los argumentos científicos o los contrapone a argumentos economicistas con la tesis fatalista según la cual, el Estado es insostenible sin el soporte de tales industrias y las exportaciones derivadas de ellas. Realidad evidente desde cuando trocaron la vocación agrícola por la explotación de energías fósiles, convirtiendo al campesino en obrero dependiente; una manera de cerrarle la puerta a otros emprendimientos de arraigo popular y destinación democrática.
Pero los teóricos de hoy piensan otra cosa en razón de los mercados: análisis de costos-beneficios, de oferta-demanda, de perspectivas energéticas del mundo y bienes superiores como la preservación de la naturaleza, demuestran que dichas fuentes de energía están llamadas a recoger a corto plazo.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.