Este berlinés es conocido por ser un gran explorador y naturalista, pero no es su faceta más sobresaliente. Entre sus grandes logros destacan la creación de una máscara de gas para mineros, el descubrimiento de una corriente oceánica o la explicación del mal de altura entre otros, pero sus dos contribuciones más importantes a la ciencia fueron la de ser el primero en estudiar el cambio climático provocado por la acción del hombre y la de ser el padre de dos nuevas ramas de la ciencia: la biogeografía y la climatología comparada.
En 1799 invirtió su herencia para embarcarse en una expedición científica de cinco años que moldeó su pensamiento y le abrió los ojos a una nueva forma de entender el mundo y la naturaleza como un gran organismo dentro del cual todos los seres vivos estaban conectados en un delicado equilibrio.
Fuente: Fundación Amigos del Planeta.