El actor estadounidense Tom Selleck salvó un refugio de perros que estaba a punto de cerrar, el refugio Maple Creek Rescue llevaba semanas sin poder pagar la cuenta del agua y el dueño del terreno ya había dado un ultimátum. Para los voluntarios de Maple Creek Rescue, era como un funeral, algunos lloraban, otros intentaban encontrar hogares temporales desesperadamente.
Nadie imaginaba quién entraría esa tarde, un hombre alto, de sombrero vaquero, caminando pausado, sin guardaespaldas, sin cámaras. Fue directo al canil del fondo y se arrodilló ante el perro más viejo: Rusty, un Golden Retriever de 14 años, ciego de un ojo y con artritis, estuvo con él diez minutos, en silencio, acariciándolo, se volvió hacia la directora del lugar y preguntó: ¿Cuántos perros viven aquí?, cuarenta y siete, respondió ella. Tom hizo una pausa y dijo con voz firme: entonces los cuarenta y siete merecen vivir como reyes.
No solo cubrió las deudas, compró la propiedad y al día siguiente empezaron a llegar camiones con camas nuevas, pisos con calefacción, ayuda veterinaria, comida fresca, juguetes, mantas personalizadas con los nombres de cada perro y sobre cada jaula, una placa: “Hogar para Siempre”.
Tom adoptó a Rusty. “Él ya esperó demasiado,” dijo con una sonrisa serena, “ahora me toca a mí esperarlo a él.” Tom Selleck no solo rescató un refugio, les dio una nueva vida a 47 corazones.
Fuente: Fundacion Ecoanimal
