Por décadas, razas como el pitbull o el rottweiler han cargado con el peso del prejuicio. Hoy el IDPYBA busca distintas iniciativas para demostrar que la fuerza también puede ser sinónimo de ternura.
El IDPYBA impulsa una visión informada y responsable sobre la adopción de perros de razas llamadas de “manejo especial” (Pitbull, Rottweiler, Doberman, Bull Terrier y otros) . Estas razas han cargado con un estigma injusto durante años, una fama que pesa más que su propio cuerpo. Se les teme por su fuerza, se les juzga por su historia y, en muchos casos, antes de conocerlos. Muchos de estos perros provienen del maltrato, el abandono o la violencia, fueron usados en peleas o como perros de protección sometidos a castigos físicos.
El problema no es la raza, sino el comportamiento individual y la responsabilidad del tutor. La etiqueta de “peligroso” se aplica por precaución, no por naturaleza. Las razas como el pitbull y el rottweiler proyectan una imagen de fuerza que alimenta el miedo, pero no existen diferencias universales de comportamiento con otros perros. Todos pueden ser equilibrados y afectuosos si crecen en entornos estables y reciben socialización adecuada.
El IDPYBA enfatiza que adoptar un perro de estas características requiere conocimiento, compromiso y sensibilidad. Los tutores deben conocer la legislación, usar correctamente herramientas como el bozal y la traílla y comprender las necesidades físicas y emocionales de cada ejemplar. Recuerda que los Pitbull y razas similares son perros enérgicos, juguetones y sociables, que necesitan al menos una hora diaria de ejercicio. La falta de actividad puede generar ansiedad o comportamientos indeseados, por eso las rutinas de paseo y socialización son esenciales para su bienestar.
Adoptar uno de estos perros, es un acto de amor que exige preparación y conciencia, no basta con la compasión del momento. La adopción responsable requiere tiempo, recursos y una mente abierta para enfrentar el peso del estigma.
IDPYBA –Estos animalitos que han sufrido maltrato y abandono, en el IDPYBA han pasado por procesos de rehabilitación maravillosos. Hoy están listos para una segunda oportunidad. ¿Por qué no buscar en nuestras familias un lugar para ellos? ¡Adopta, ellos también necesitan una familia!
Fuente: IDPYBA
