La Fundación Amigos del Planeta insiste en reiterar hasta la terquedad, asuntos ya tratados con antelación por su complejidad.
Entre éstos avocamos hoy tres asuntos que se entrelazan por cuenta de la intencionada confusión estatal sobre los mismos: turismo, minería y deforestación. Veamos:
-Chiribiquete es uno de los tantos parques o reservas forestales que a pesar del discurso repetitivo gubernamental sufre una paulatina destrucción o aniquilamiento: tras el hecho criminal propiciado y aprovechado por madereros, colonos sin título o ganaderos delincuentes, la fauna y la flora de los bosques desaparecen y con ello, las fuentes hídricas se agotan y el suelo se deteriora en medio de la rapiña. 2.000 hectáreas han sido deforestadas en solo Chiribiquete ante la ausencia del Estado.
-El drama viejo de las Minas del Roble, emporio de oro y cobre, no solamente las autoridades toleran la extracción sin control sino que sus explotadores internacionales (Atico Mining Corporation, el mayor accionista de la explotación), evaden deberes fiscales sobre las 286.000 toneladas, es decir le roban a la sociedad colombiana, cuyo suelo deterioran con la industria minera que, para 2021 debían algo más de $ 87.750 millones.
Fuente: 135 El Espectador, edición gratuita, Voces desde el territorio, edición Chocó, 24 de abril de 2022, Bogotá.
-Y, el turismo como fuente económica, propiciado sin control y que en un solo caso, el de Cocora en el viejo Caldas, empieza a ser un grave problema de sostenibilidad a causa del flujo incontrolado de visitantes.
