Tres millones de aves que crecen libres por fuera jaulas producen huevos que cuestan entre un 5% y 10% más, son el gran negocio de avícolas como Huevos Oro.
El huevo es la proteína que más se consume en Colombia. Es la más barata. En época de pandemia su consumo y producción aumentó. Las crisis llevaron a modificar el menú de los hogares. En 2020 se produjeron 16 mil millones de unidades, dos mil millones más que los años anteriores, que mueven 480 mil millones de pesos.
La gran mayoría de las 823 avícolas que producen huevo en el país lo hacen con el viejo, y para muchos cruel, método de enjaule de gallinas, en el que viven capturadas entre celdas cuadradas de 40 cms de acero. Cuando se les acaban las 80 semanas de vida como reproductora pasa a ser carne.
Desde hace más de diez años Huevos Oro y otras grandes avícolas como Santa Anita, Kikes y Santa Reyes, se pusieron a la par de la tendencia mundial de la producción de alimentos orgánicos. En el caso de los huevos se trataba de empezar por cambiar el cuidado de las gallinas.
Huevos oro fue una de las pioneras en esta nueva práctica. Empezó a liberar a sus tres millones de gallinas y el proceso fue avanzando hasta convertirse hoy en la primera avícola certificada en producir huevos de gallinas que no están encerradas. Se llaman libres de jaula.
Los galpones de esta avícola localizada en Yumbo, en el Valle del Cauca y en Ibagué, Tolima parecen el patio de gigantes fincas donde las gallinas corretean, comen y viven en la libertad que necesitan para ser felices. Ese es incluso el slogan de otras avícolas como Santa Reyes: gallinas felices, con las que se diferencia de la producción de huevos en galpón.
Los veterinarios y animalistas dicen que este método de producción, aun cuando necesita mayor terreno e inversión, genera que las gallinas vivan más tranquilas, sin estrés y puedan comportarse con naturalidad, lo que lleva a tener huevos de mayor calidad: más vitaminas y menos grasas, brindándole a las gallinas una también mejor calidad durante su corta vida.
Es una forma de producción al que muchas empresas avícolas del mundo están girando acorde con la insistencia de una alimentación más sana. Nutriavícola nació hace casi 50 años en el Valle del Cauca y es la dueña de la marca Huevos Oro que era originalmente era una avícola bogotana pero que fue adquirida 2008 para tener presencia en gran mercado de la capital del país. Se ha convertido en una de las primeras en el mercado de huevos en Colombia, con una producción mensual de sesenta millones de unidades. Es la tercera después de Huevos Kikes y huevos Santa Anita, la líder en Colombia.
Las gallinas llegan a las granjas siendo pollitas con un solo día de nacidas. Las levantan durante veinte semanas y luego se convierten en las protagonistas del negocio. Como productoras de huevos duran hasta la semana casi dos años -88 semanas- , tiempo en que viven libres en gigantes galpones. Sus camas son cómodos nidos de madera acolchados con paja donde ponen su huevo, como si estuvieran en la tranquilidad de cualquier finca campesina, donde los huevos son recogidos manualmente. En promedio cada gallina pone un huevo cada 27 horas. Huevos Oro siempre tiene tres millones de gallinas en producción.
El huevo de esta avícola es más caro que el promedio del mercado. Con el método libres de jaula los costos de producción se elevan. Pero los clientes de esta marca saben por lo que están pagando.
No solo esta avícola está cambiando a la tendencia medioambiental que busca proteger a las aves y entregar una comida con más nutrientes. Las empresas que necesitan del huevo como materia prima, como Unilever, McDonalds, Burger King, entre muchas más, también se están volcando a la compra de productos que no atenten contra el medio ambiente ni contra los animales y esta conciencia la exponen al cliente final que termina pagando ese extra.
Por su oposición al maltrato animal al que se someten las gallinas apretujadas en los galpones y alimentadas con concentrados químicos sumada a la conciencia que tienen de la alimentación balanceada y de calidad, las nuevas generaciones son los clientes potenciales del negocio de ponedoras bien cuidadas que tienen un inmenso potencial.
